Día y hora
Precio
Incluye la entrada a la exposición
Lugar
Gran Teatre del Liceu
Para Sean Scully, la música es el arte más abstracto y, por su naturaleza etérea, el más cercano al espíritu. En muchos aspectos, su obra pictórica respira musicalidad: tiene ritmo, repeticiones, fugas... Él mismo confiesa que siente una profunda pasión por la música, especialmente por el violonchelo.
Con este concierto, su pintura establece un diálogo con una selección de piezas musicales propuestas por la talentosa violonchelista Anastasia Kobekina. Un espectáculo visual y sonoro que nos sumergirá tanto en la materialidad como en la espiritualidad del universo de Sean Scully.
Programa del concierto:
Hildegarda de Bingen (1098 -1179)
O frondes Virga -c. 1051
Bryce Dessner (1976)
Song for Ainola -2024
Bryce Dessner (1976)
Tuusula -2016
Joseph-Marie-Clément dall'Abaco (1710-1805)
Caprice No. 1 in C Minor I -c. 1750
Benjamin Britten (1913-1976)
Cello Suite No.3, OP. 87: IV Barcarolla – 1971
György Kurtág (1926)
Signs, Games and Messages: Árnyak (Shadows)-1999-2000
Gaspar Cassadó (1897-1966)
Suite for Cello Solo: II. Sardana (1926)
Pēteris Vasks (1946)
Gramata cellam: II. Pianissimo (1978)
Vladimir Kobekin (1947)
Narrenschiff
Nino Rota (1911-1979)
Canto Della Buranella-1976
Luigi Boccherini (1743-1805)
Fandango per violoncello solo
Johann Sebastian Bach (1685-1750)
Cello Suite no. 3 in C major BWV 1009
La pasión, dedicación y talento de Anastasia Kobekina la han convertido en una figura destacada en el mundo de la música clásica, cautivando audiencias con interpretaciones emotivas y únicas en un amplio rango de géneros musicales, desde el barroco hasta la música contemporánea. Ha brillado a nivel mundial con orquestas de renombre como la Konzerthausorchester Berlin y la Filarmónica de Cámara Alemana de Bremen, bajo la dirección de directores como Pendererzy y Valery Gergiev. De origen ruso, inició los estudios de violonchelo a los cuatro años y se formó en academias de élite en Alemania y París. Es conocida por utilizar un violonchelo Antonio Stradivarius del año 1698, cedido por la Stradivari Stiftung Habisreutinger, que se ha convertido en una parte fundamental de su identidad musical.