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El arquitecto Antoni Gaudí, en toda su obra, siempre fu fiel a dos grandes principios: la estética y la funcionalidad. Es por eso por lo que podemos calificar las obras de Gaudí como obras de arte total, edificaciones donde cada detalle, desde la decoración hasta los avances tecnológicos en acústica, iluminación, higiene y ventilación, se planificó minuciosamente.

Un claro ejemplo de esta visión integral es La Pedrera, una obra maestra que combina belleza y funcionalidad en un edificio único y pionero.

Innovación y la corriente higienista del siglo XIX

A mediados del siglo XIX, surgió en el continente europeo una corriente higienista que se preocupaba por la mejora de las condiciones de vida, poniendo el foco en los espacios con poca ventilación e iluminación natural.

Gaudí decidió aplicar algunas innovaciones arquitectónicas en sus edificios para seguir esta corriente, que también influyó en la arquitectura y el urbanismo en Cataluña con el plan del Ensanche de Barcelona de Ildefons Cerdà. Esto inspiró a Gaudí a incorporar mejoras en sus proyectos para mejorar el bienestar de las personas.

 

La ventilación y la luz natural en la Casa Milà

Gaudí diseñó La Pedrera-Casa Milà con dos grandes patios centrales, que además de los tradicionales patios de ventilación para cocinas y baños, servían para organizar las plantas del edificio. Este diseño permitió que todos los pisos y estancias recibieran una iluminación y ventilación óptima. De esta manera, el arquitecto catalán, convierte la Casa Milà en uno de los edificios más bien ventilados entre sus obras, con la finalidad de ser un habitáculo más saludable.

Todos los habitáculos de La Pedrera tienen salida a la fachada principal, a uno de los dos patios centrales y al patio de manzana del Ensanche donde se encuentra el edificio. Con esto se consigue una ventilación cruzada que renueva rápidamente el aire de la casa de forma natural.

Es en esta idea donde encontramos uno de los elementos más innovadores que Gaudí aplica al edificio, la doble persiana en las ventanas que dan a los patios. Este sistema permite abrir la parte superior de la ventana para ventilar, sin necesidad de abrirla completamente. De este modo, se puede regular la ventilación y la entrada de luz natural de manera práctica y eficiente.

Si miramos el edificio de la Casa Milà desde el cielo, veremos perfectamente la situación de todos los patios, que actualmente permiten y ayudan a mantener el edificio ventilado de forma natural.

 

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