Casa Milà, popularmente conocida como La Pedrera, alude su aspecto al de una cantera (pedrera, en catalán) a cielo abierto. Gaudí diseñó cada detalle con una visión artística única, y fue ejecutada por cientos de artesanos de la época, que convirtieron la piedra y el hierro en una auténtica obra de arte viva y monumental.
La Pedrera & Palau de la Música Catalana
¡Explora dos joyas del modernismo en una sola visita! Descubre la casa más grande de Gaudí y maravíllate con el espectacular Palau de la Música Catalana, dos edificios únicos que te sumergen en la creatividad de los grandes genios del modernismo. Una experiencia inolvidable entre arquitectura, arte y emoción.
- Entrada combinada a los 2 sitios
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Videoguía en 11 idiomas en la Pedrera Catalán, Español, Inglés, Chino, Francés, Alemán, Portugués, Italiano, Ruso, Japonés y Coreano.
- Visita libre
Dos obras maestras del modernismo te esperan en esta experiencia combinada: La Pedrera – Casa Milà, la última obra civil de Antoni Gaudí, y el Palau de la Música Catalana, joya de Domènech i Montaner.
Ambos edificios, Patrimonio Mundial de la UNESCO, revelan la esencia del modernismo catalán con formas únicas, luz, color y simbolismo. Recorre libremente La Pedrera y explora sus cinco plantas repletas de imaginación y naturaleza. Y déjate deslumbrar por el Palau de la Música, donde cada rincón es una obra de arte pensada para emocionar.
¡Con esta entrada combinada disfrutarás de ventajas exclusivas para ambas visitas!
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Visita libre
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Videoguía gratuita (La Pedrera)
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Acceso sin colas (online)
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Accesible parcialmente
Una azotea emblemática con vistas panorámicas de 360º sobre Barcelona. Las chimeneas, las torres de ventilación y las cajas de escalera, siguen el ritmo ondulante de la fachada. Sus formas simbólicas, tratadas con trencadís de cerámica, piedra o vidrio, combinan belleza y función en un espacio único y lleno de energía.
Un espacio lleno de armonía que acoge la única exposición de Gaudí dedicada a su vida y obra. Bajo 270 arcos de ladrillo, se revelan sus creaciones a través de maquetas, planos, diseños y vídeos. Un recorrido esencial para descubrir su arquitectura y comprender las claves de su genialidad.
Un viaje al estilo de vida burgués del 1911. Este piso muestra cómo vivía una familia barcelonesa, con mobiliario de época y detalles diseñados por Gaudí: molduras, pomos, pavimentos… Un espacio auténtico que refleja una época y una ciudad en plena transformación.
Este patio era la entrada principal de los propietarios del edificio. Un espacio lleno de color y elegancia, con pinturas murales de motivos florales en paredes y techos. La gran escalera, majestuosa y envolvente, se alza entre formas curvas y luz natural, creando una atmósfera única.
Un espacio que cautiva por su diseño y riqueza visual. Los colores vivos, las espectaculares pinturas murales y la cuidada arquitectura llenan el patio de vida. Las majestuosas puertas de hierro y vidrio, de formas orgánicas, y detalles únicos, dan carácter a este lugar lleno de luz y armonía.
Una sala de conciertos única en el mundo, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Corazón musical de Barcelona desde hace más de un siglo, está bañada por luz natural y coronada por una claraboya modernista. Esculturas, columnas y un majestuoso órgano crean un espacio vibrante y lleno de belleza.
¡Un escenario esculpido que da vida a la música! Las musas emergen del muro como figuras inspiradoras que acompañan a los intérpretes. Este conjunto artístico, lleno de simbolismo y dinamismo, convierte el espacio en un lugar de emoción, belleza y energía, donde cada concierto se transforma en una experiencia inolvidable.
Una claraboya central en forma de sol invertido corona la sala y es uno de sus grandes símbolos. Inunda el auditorio con luz natural y convierte el techo en una explosión de color, formas y armonía. Más de 500 rosas de cristal lo rodean, creando una obra única que invita a mirar hacia arriba y dejarse llevar por la belleza del modernismo.
Un jardín esculpido en piedra que fusiona naturaleza y música. La balconada, con columnas florales y formas vegetales, se contempla desde la Sala Lluís Millet, un espacio noble y modernista que servía de sala de descanso. Sus vidrieras de colores ofrecen una vista directa a este rincón lleno de armonía.