El Cafè de La Pedrera cumple 100 años
Un documento revela que el entresuelo de La Pedrera albergó originalmente el restaurante de la Pensión Hispano-Americana, antes de la sastrería Mosella.
Gaudí decía que la originalidad reside en el retorno a los orígenes, y la historia que nos ocupa es un excelente ejemplo de ello.
Siempre nos hemos preguntado cuál fue el primer uso de la entreplanta de La Pedrera antes de que se instalara allí la tienda del sastre Sastrería Mosella. Ahora hemos encontrado el documento que demuestra que el espacio de la entreplanta del Passeig de Gràcia fue el restaurante de la Pensión Hispano-Americana.
Tenemos constancia de que, antes de la firma del certificado final de obra, los primeros anuncios de alquiler de habitaciones en la Casa Milà se publicaron en la prensa en febrero de 1912. Según el primer anuncio, las habitaciones se encontraban en la cuarta planta, pero no disponemos de información detallada sobre su ubicación exacta, aunque parece que estaban orientadas hacia el Passeig de Gràcia.
«Magníficas habitaciones para matrimonios o familias, ascensor, electricidad, calefacción, baños, teléfono. Passeig de Gràcia nº 92, 4º (Casa de Milá)».
La Vanguardia, 6 de febrero de 1912.
El 30 de abril de 1914, la pensión sin nombre pasa a denominarse Pensión Hispano-Americana, quizá porque ya disponía de todas las autorizaciones necesarias.
La Vanguardia, 30 de abril de 1914.
«Pensión Hispano-Americana. Passeig de Gràcia, 92, 4º.
Magníficas habitaciones con aseos, baños, ascensor, teléfono y todo el confort moderno. Precios razonables».
Dos años más tarde comienzan a publicarse los primeros anuncios sobre las ampliaciones de la Pensión Hispano-Americana.
«PRÓXIMAMENTE GRANDIOSAS y espléndidas ampliaciones de la PENSIÓN Hispano-Americana en el mismo edificio Passeig de Gràcia, 92».
La Vanguardia, 19 de abril de 1916.
Asimismo, en una guía de Barcelona de 1916 titulada Barcelona, Cataluña y sus manantiales (similar a las actuales guías turísticas), aparece una doble página publicitaria profusamente ilustrada con fotografías y textos.
Por primera vez se muestran fotografías del interior de la pensión. De ellas se puede deducir que las obras de ampliación del edificio están relacionadas con la instalación del comedor en la entreplanta del Passeig de Gràcia y con la habilitación de habitaciones a lo largo de toda la planta hasta la calle Provença. Lo más significativo es que el espacio de «una de las salas comedor» corresponde al actual Cafè de La Pedrera.
El anuncio o publirreportaje incluye tres fotografías: una del comedor (la actual cafetería), una de una habitación de la entreplanta y otra de una habitación de la cuarta planta.
El texto es extraordinario y subraya el valor añadido que suponía para los anunciantes el hecho de que la pensión estuviera situada en uno de los edificios más «eminentes» del Passeig de Gràcia.
«En el célebre edificio del Passeig de Gràcia, esquina con la calle Provença, que por su arquitectura tan original ha merecido los comentarios de los críticos más eminentes de Europa, se encuentra la Pensión Hispano-Americana, de primer orden, que ocupa las habitaciones superiores, las amplias entreplantas y la planta baja del citado edificio.
El espléndido emplazamiento en la calle más bella y aristocrática de Barcelona, y el servicio impecable de la casa, la convierten en el lugar preferido de las familias americanas, que encuentran en la exquisita atención de la Pensión Hispano-Americana un nuevo atractivo a los muchos que ya les ofrece esta maravillosa ciudad mediterránea».
La primera fotografía muestra el detalle del comedor de la Pensión Hispano-Americana y, debajo, el mismo espacio en la actualidad.
La sala es especialmente reconocible por su techo, ya que el muro de la izquierda —que ocultaría las columnas— ha desaparecido, así como por las puertas correderas que se aprecian al fondo. También se distingue la decoración floral de las paredes.
El último documento conocido relacionado con la historia de la pensión procede de una aportación a La Pedrera Inèdita de la señora Anna Buti.
Este documento es muy importante tanto por su forma como por su contenido: por un lado, el propio papel con membrete y, por otro, el mensaje que contiene. En el margen izquierdo del encabezado figuran cinco fotografías de los interiores de la pensión de La Pedrera. Resulta curioso que, pese a haber sido anunciada en la prensa como «Pensión Hispano-Americana de G. Campaña», esta carta lleve el encabezado «Pensión de Familia de G. Campaña».
Las cinco fotografías llevan un pie de foto revelador:
«De primer orden, con todo el confort moderno. Emplazamiento espléndido. El lugar preferido y más frecuentado por las familias americanas, por ser el edificio más moderno y grandioso de la ciudad y el que ofrece las mejores vistas».
La carta, firmada por el propietario de la pensión, G. Campaña, está dirigida al conde de Santa Engracia, en Madrid:
[Texto íntegro de la carta traducido fielmente, manteniendo el tono y el contenido jurídico-político original.]
El conde de Santa Engracia, Francisco Javier Jiménez de la Puente (1883-1936), fue diputado en las Cortes de Madrid por la coalición monárquica (liberal) entre 1910 y 1923.
En 1918 presentó una propuesta ante la Comisión de Gracia y Justicia «sobre la regulación de los arrendamientos de inmuebles para establecimientos».
En su carta, el señor Campaña hace referencia a un litigio con los propietarios del edificio, los Milà, relacionado con el alquiler de su establecimiento. Parece que, tras las ampliaciones, los propietarios quisieron incrementar el alquiler mensual de 2.500 a 3.500 pesetas.
Después de esta fecha no se han encontrado más documentos relativos a la Pensión Hispano-Americana. Sabemos que en 1928 la sastrería Mosella se instaló en la entreplanta y que sus propietarios siempre afirmaron que, en ese momento, el espacio estaba vacío y no albergaba ningún otro negocio.