Los inicios del edificio: los planos de La Pedrera, 1906
Conocemos mejor el anteproyecto de la Casa Milà
En junio de 1905, la señora Rosario Segimon, esposa de Pere Milà, compra una parcela en el famoso Paseo de Gracia en la esquina con la calle Provenza. En el momento de su adquisición, el terreno estaba ocupado, solo en parte, por un chalet o torre de tres plantas más sótanos y terraza que, con el jardín circundante y el muro de cierre totalizaban 1.835 m2. El destino de este edificio, como el de tantos otros parecidos de la zona, sería ser derrocado para dar paso a la nueva Barcelona que iba tomando forma conforme avanzaba la construcción del Ensanche.
Desde un inicio, el matrimonio Milà-Segimon tenía la idea de construir un edificio de viviendas sobre el solar adquirido. Pocos meses después de la compra, Pere Milà solicitó al Ayuntamiento de Barcelona el permiso oportuno para realizar la demolición de la construcción preexistente. Antes de que pasaran cinco meses, se presentaron los planos confeccionados por Gaudí (fechados el 2 de febrero de 1906) y se solicitó la autorización para el inicio de las obras. Los dibujos que se conservan corresponden a las plantas y alzados.
Los planos originales de Gaudí
Mireia Freixa, Catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Barcelona, nos presenta el conjunto de planos del edificio en un excelente artículo sobre los dibujos, proyectos y maquetas de Gaudí que forma parte de la publicación Gaudí en primer plano (Col·lecció Artika, 2020), un espectacular libro de arte con 48 dibujos de Gaudí. La publicación permite ver la medida original de los planos, así como la calidad de los dibujos, gracias a la cuidada y selecta edición.
Por lo que se refiere a los planos-dibujos de la Casa Milà, Mireia Freixa indica que se conservan dos juegos de planos originales: los oficiales en el archivo del Ayuntamiento de Barcelona y otro juego en la Cátedra Gaudí de la Universidad Politécnica de Cataluña. En el desplegable del alzado de la fachada, a tinta china negra y roja, Freixa destaca el precioso trabajo de caligrafía especificando, en catalán prenormativo: «Fatxade», «passeig de Gràcia, xamfrà i carrer de Provença», «Escale de 0,01 mtr per metre» y, al pie de la fecha, las firmas del arquitecto, Gaudí, y de los propietarios, Rosario Segimon y Pere Milà.
Antoni Gaudí. Fatxade [Casa Milà], 1906. Plano: tinta china sobre papel tela. Medidas: 49,5 cm. x 93,5 cm. ©Universitat Politècnica de Catalunya · Barcelona Tech (UPC). Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Cátedra Gaudí. CG-00222.
El análisis a detalle del plano permite comprobar que la definición y el diseño de la fachada de La Pedrera son producto de una evolución muy larga y de mucha dedicación por parte de Antoni Gaudí. Aparecen muy claras las ideas maestras de Gaudí, que no tienen nada que ver con las reinterpretaciones historicistas que había utilizado en edificios anteriores.
La fachada que proponía el arquitecto todavía tiene mucho que ver con las soluciones utilizadas en la Casa Batlló. Es decir, un juego de balcones y tribunas que se distribuyen siguiendo unos ritmos regulares, por bien que todavía están sujetas al esquema clásico de ventana y balcón.
Se puede ver como Gaudí plantea una ocupación máxima del solar y una distribución del edificio en plantas de sótano, semisótano, seis plantas de viviendas, entresuelo, desván y cubierta, con un volumen que supera ampliamente el que permiten las ordenanzas. El edificio excedería también las alturas establecidas, algo que no fue corregido en la construcción, sino todo lo contrario. En agosto de 1908, cuando el edificio alcanzó su altura y volumen definitivos, el Ayuntamiento de Barcelona notificó a Milà que el conjunto ultrapasaba en 4.000 m3 el volumen que le correspondía según las ordenanzas, y que parte de la quinta planta y todo lo que sobre ella había se alejaba de forma escandalosa de las normas legales.
Cambios en el proyecto final de La Pedrera
Según Mireia Freixa, como era habitual en Gaudí, el proyecto original de la fachada no se corresponde con el finalmente edificado. En uno de los ángulos del dibujo de la fachada, Gaudí presentó una gran cruz de cuatro brazos, que no se construyó; tampoco aparecen los perfiles de las torres de escalera y de las chimeneas, que constituyen uno de los elementos más distintivos del edificio construido. En cambio, en la parte superior destaca un esbozo de la escultura de la Virgen del Roser, que no llegó a realizarse.
Freixa también presenta el plano de la tercera planta, denominado «Plante de 3ª estade» en la nomenclatura gaudiniana. Este plano permite entender la flexibilidad de la distribución de los espacios de los dos bloques del edificio, alrededor de los patios centrales, hecho que otorga una gran fluidez entre el espacio interior y el exterior. A la vez, tiene interés de definir los nombres de todas las estancias «Entrade, Cambre, Sale, Menjador, Salete, Saló, Recambre, Recambró, Corredor, Serveis», lo que permite deducir el programa de la vivienda. Así mismo, se identifican las escaleras de servicio en los extremos, pero no dibuja el que sería una de les grandes aportaciones de la construcción: los ascensores.
Antoni Gaudí. Plante de 3re estade [Casa Milà], 1906. Plano: tinta china sobre papel tela. ©Universicac Politécnica de Cataluña · Barcelona Tech (UPC). Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Cátedra Gaudí. CG-000225.
Gaudí en primer plano (Colección Artika, 2020) proporciona una excelente oportunidad para adentrarse en el Gaudí dibujante, identificando estilos y características. Único y singular, con su arquitectura, tal como queda reflejado en los extraordinarios planos de la Casa Milà.