Horarios
La Pedrera: de 9:00 h - 20:30 h
Palau de la Música Catalana: de 9:00 h a 16:00 h
Tarifas
- Adulto39,00€
- Niño (menor de 12 años)Gratuito
- Residentes Cataluña PROMO*22,00€
Un viaje arquitectónico excepcional: ¡explora La Pedrera y el Palau de la Música Catalana con la nueva visita combinada!
Una oportunidad única para sumergirte en la arquitectura modernista de dos obras maestras de Barcelona: La Pedrera, la última obra civil de Antoni Gaudí, y el Palau de la Música Catalana, una joya de Lluís Domènech i Montaner. Dos edificios declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO que ofrecen una experiencia arquitectónica y cultural incomparable.
Emprende un viaje al corazón del modernismo catalán, donde el arte, la música y la arquitectura se entrelazan para transportarte a una época de innovación y esplendor creativo. Una experiencia excepcional que conecta la creatividad de dos grandes genios, máximos exponentes de la arquitectura modernista.
5 razones para hacer la visita:
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Sumérgete en el universo de Gaudí visitando La Pedrera, una obra icónica que te dejará sin palabras.
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Camina por la Azotea de los Guerreros y vive de cerca la magia de las formas imposibles que han cautivado al mundo.
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Entra en el Palau de la Música y déjate fascinar por un escenario único donde la música y el arte se abrazan.
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Vibra con la explosión de luz y color del auditorio y maravíllate con la elegancia de la Sala Millet.
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Aprovecha esta oportunidad única para descubrir dos joyas del modernismo con una sola entrada.
¡No te lo pierdas!
Adquiere ahora tu entrada combinada y benefíciate de ventajas exclusivas para ambas visitas.
¿Cómo funciona la entrada combinada?
Al hacer la reserva deberás seleccionar los días/horarios en los que deseas realizar cada visita. Recibirás por correo electrónico una entrada para La Pedrera y otra para el Palau de la Música Catalana con la fecha y hora elegidas.
¿Qué verás?
La fachada
Una escultura arquitectónica
La Pedrera recibe su nombre por la espectacular fachada de piedra. Como una gran ola que emerge en pleno Paseo de Gracia, es como una gran escultura de 30 metros de altura y 84 metros de extensión. Partiendo de infinidad de elementos reciclados y con gran libertad artística, Gaudí elaboró las barandillas de hierro forjado de las fachadas de la Casa Milà como si fueran piezas de escultura abstracta que nos remiten a un mundo vegetal, tal vez un fondo marino lleno de algas.
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La azotea de los guerreros
Una obra única, inclasificable
La azotea de la Casa Milà es un icono de Barcelona desde donde se pueden contemplar unas vistas espectaculares de la ciudad, vistas 360º. Las chimeneas, se erigen en hieráticas hileras de guerreros convertidos en piedra. Guardianes del edificio desde tiempos inmemoriales, cobran vida y nos hablan del origen del edificio. Y los badalots (cajas de escaleras) emergen como las fuerzas telúricas de la naturaleza: la tierra, el agua, el fuego, el aire.
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El ático de la ballena
Descubrir Gaudí en un espacio mágico
El desván de la Casa Milà es el espacio con más carácter de la arquitectura gaudiniana. Entrar en él es como entrar en un gran ser vivo, que respira y nos acoge. Una vez más, la naturaleza se hace evidente representada por 270 arcos catenarios que recuerdan el esqueleto de una ballena. Pero, además, este espacio mágico acoge la única exposición dedicada a Gaudí y a toda su obra (Exposición Gaudí); donde se puede conocer, a través de audiovisuales, maquetas, planos, objetos y diseños, los rasgos más extraordinarios de su arquitectura y las claves de su genialidad.
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El piso de los vecinos
La vida de hace 100 años
Situado en la cuarta planta, este piso es como un viaje en el tiempo. Cuando pasees te acercarás a la manera de vivir de una familia burguesa barcelonesa del primer tercio del siglo XX, recreando su ambiente con el mobiliario y los equipamientos domésticos de la época. El piso también te permitirá conocer la distribución interior, así como los elementos ornamentales diseñados por Gaudí (pomos, tiradores, molduras, puertas, pavimentos...).
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El patio de las flores
A todo color
Las paredes del patio de las flores, en el paseo de Gracia, son un auténtico espectáculo de formas, luz y colores que contrastan con la sobriedad de la fachada. El color lo aportan las pinturas murales que lo decoran, con motivos principalmente florales. Cientos de flores toman vida en el techo de la espectacular escalera que sube hacia arriba para el piso principal, como una raíz retorciéndose.
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El patio de las mariposas
Naturaleza viva
En la Casa Milà, el patio de las mariposas, que da a la calle Provenza, es un espacio donde todo cobra vida. Es vivo, respira, y en él viven seres fantásticos. Destaca una enorme mariposa que se ha quedado parada en el umbral entre la calle y el interior, una majestuosa mariposa. Más arriba, envolviendo la escalera que lleva hasta el piso principal, otra mariposa, o un insecto fantástico se ha quedado reposando. Una inmensa ala de insecto emprende el vuelo, volviéndose de mil colores... cada día... en cada momento.
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Sala de Conciertos
Una de las salas de conciertos más singulares del mundo y la única declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Desde hace más de cien años, es el corazón musical de Barcelona. Iluminada por la luz natural y coronada por una claraboya modernista en forma de sol, acoge esculturas ornamentales y un majestuoso órgano. Han actuado en ella leyendas locales e internacionales.
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Las musas del Palau
El escenario es una joya escultórica donde la música cobra vida. Las musas parecen surgir del muro para rodear e inspirar a los intérpretes. Es un espacio vibrante y simbólico, lleno de energía, belleza y emoción, donde se viven momentos inolvidables.
La claraboya
Una claraboya central de vidriera, en forma de sol invertido, corona el auditorio y es uno de sus grandes símbolos. Inunda el espacio con luz natural y convierte el techo en una explosión de color y armonía. Más de 500 rosas la rodean, haciendo del conjunto una obra única que invita a mirar hacia arriba y dejarse cautivar por la belleza.
Balconada y Sala Lluís Millet
Un jardín esculpido en piedra. El balcón, lleno de columnas florales y enredaderas, evoca la fusión entre naturaleza y música. Se accede a él a través de la Sala Lluís Millet, un espacio noble y modernista situado junto a la sala de conciertos, que originalmente servía como sala de descanso. Sus vidrieras de colores ofrecen una vista directa a este sueño arquitectónico.
